El sector del tabaco en España aporta más de 9.000 millones de euros anuales a las arcas del Estado, lo que supone alrededor del 5% de los impuestos recaudados por la Administración General.
La producción de labores de tabaco se inicia en nuestro país en 1636 en la fábrica de Sevilla, cuando se constituye por vez primera el “Estanco” del Tabaco. Desde entonces hasta ahora, la producción, distribución y venta de tabaco ha atravesado diferentes fases aunque siempre con un denominador común: el férreo control por parte del Estado.
Hoy en día, el sector está plenamente liberalizado en cuanto a las actividades de producción, primera transformación, importación, fabricación y distribución mayorista. Sin embargo, el comercio al por menor de labores de tabaco, con excepción de las islas Canarias, se mantiene en régimen de monopolio del que es titular el Estado, que lo ejerce a través de la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre
Dicho comercio al por menor de tabaco, que continúa revistiendo el carácter de servicio público, constituye un instrumento fundamental e irrenunciable del Estado para el control de un producto estancado como es el tabaco, con notable repercusión aduanera y tributaria. Por añadidura, la continuidad de la amplia red minorista de Expendedurías de Tabaco y Timbre, con garantía probada de neutralidad, impide el acceso de los menores a productos del tabaco, evita la aparición de oligopolios que podrían afectar negativamente a dicha neutralidad, recortar el derecho de opción del consumidor y promocionar el consumo de tabaco, garantiza al adquirente la regularidad en el abastecimiento y la legalidad y adecuada conservación de los productos, asegura la venta de efectos timbrados y signos de franqueo en todo el territorio nacional y propicia una más amplia vinculación con la red de establecimientos de Loterías, Apuestas y Juegos del Estado
En la actualidad, la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre la conforman algo más de 13.000 estancos repartidos por todo el territorio nacional, garantizando un suministro fluido, ordenado, profesional y neutral.
El Organismo Autónomo Comisionado para el Mercado de Tabacos, ejerce las funciones de carácter regulador y de vigilancia para salvaguardar la aplicación de los criterios de neutralidad y las condiciones de libre competencia efectiva en el mercado de tabacos en todo el territorio nacional. En dicha labor de vigilancia, ejerce las facultades de inspección que sean precisas para garantizar que todos los operadores actúen en el marco que respectivamente les corresponde según la normativa vigente. Para ello, entre otros instrumentos, cuenta con la existencia de un estricto régimen sancionador, absolutamente interiorizado por la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre, salvaguardando el buen funcionamiento del sector.
En definitiva, por todas las particularidades mencionadas, las cualidades acreditadas por los estancos y las ventajas que éstos aportan en la comercialización de productos del tabaco, no hay puntos de suministro mejor preparados para afrontar con garantías la venta al por menor de un producto fumable y tan sensible como el CBD, que la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre del Estado. No existe otro colectivo que pueda salvaguardar los intereses de los consumidores, impedir el acceso a los menores, garantizar la regularidad en el abastecimiento y la legalidad y adecuada conservación de los productos así como facilitar al Estado la recaudación de impuestos especiales, con garantía de éxito, ausencia de conflictos, buena imagen ante la opinión pública y una larga trayectoria ejerciendo su trabajo con profesionalidad y responsabilidad.